Michael Schumacher se volvió a poner al volante de un monoplaza en un test realizado ayer en el Circuito de Mugello. No se trataba de buscar la vuelta rápida, sino simplemente comprobar el estado de sus cervicales.
Y pasó el primer test con nota. El alemán se subió al F2007, el Ferrari con el que Kimi Raikkonen se proclamó campeón del mundo, para realizar un total de 67 vueltas al trazado italiano. “Es una bella sensación volver a conducir un F1 aunque sea del 2007 y del Departamento de Clientes con neumáticos slicks como los de GP2. Así que no es una buena referencia”, explicaba ayer el heptampeón del Mundo.
Para comenzar la preparación, el siete veces campeón mundial volvió a subirse a un auto de la máxima categoría tras 16 meses. Lo hizo en Mugello sobre la F2007, auto con el que Kimi Raikkonën fue campeón dos años atrás.
Dado que el reglamento no permite girar con vehículos de la presente y pasada temporada, el equipo recurrió a este modelo que se encontraba fuera de uso. Al respecto, la FOTA (Asociación de Equipos de Fórmula 1) acordó pedir a la Federación Internacional una excepción a Ferrari para permitirle a Schumacher probar por primera vez el modelo F60 en los ensayos previos al GP de Europa.
Los ensayos que continuarán el lunes son necesarios para que Schumacher ponga a prueba su estado físico. También es un examen de manejo y sobre todo de resistencia y adaptación al auto.
El tema más atendido por los médicos es la zona del cuello, afectada desde el accidente que sufrió en febrero pasado en una competencia de Superbikes. Para Antonio Dal Monte, profesor de aeronaútica, testear la reacción del cuello es muy importante, porque a bordo de un F-1 se sufren grandes aceleraciones laterales, con un peso calculado en alrededor de 35 kilos, cifras muy distintas a las de tres años atrás.
“He podido girar en un tiempo constante y estoy contento de como he pilotado. Ahora tenemos que ver cómo reacciona mi cuerpo y mis músculos en los próximos días”, apuntó el piloto alemán.
Por otra parte Willi Weber, manager del alemán, desmintió ayer que el ex-campeón haya acordado una remuneración de 3,2 millones de euros por carrera para reemplazar a Massa. "No hemos hablado de dinero y tampoco lo haremos en las próximas semanas, no es un tema importante en la situación actual", expresó Weber.
“Cuando estoy al volante sigo pasándomelo bien y nunca le diré que no a Ferrari, nunca”, vaticinó aquel día el ‘Kaiser’.
Y pasó el primer test con nota. El alemán se subió al F2007, el Ferrari con el que Kimi Raikkonen se proclamó campeón del mundo, para realizar un total de 67 vueltas al trazado italiano. “Es una bella sensación volver a conducir un F1 aunque sea del 2007 y del Departamento de Clientes con neumáticos slicks como los de GP2. Así que no es una buena referencia”, explicaba ayer el heptampeón del Mundo.
Para comenzar la preparación, el siete veces campeón mundial volvió a subirse a un auto de la máxima categoría tras 16 meses. Lo hizo en Mugello sobre la F2007, auto con el que Kimi Raikkonën fue campeón dos años atrás.
Dado que el reglamento no permite girar con vehículos de la presente y pasada temporada, el equipo recurrió a este modelo que se encontraba fuera de uso. Al respecto, la FOTA (Asociación de Equipos de Fórmula 1) acordó pedir a la Federación Internacional una excepción a Ferrari para permitirle a Schumacher probar por primera vez el modelo F60 en los ensayos previos al GP de Europa.
Los ensayos que continuarán el lunes son necesarios para que Schumacher ponga a prueba su estado físico. También es un examen de manejo y sobre todo de resistencia y adaptación al auto.
El tema más atendido por los médicos es la zona del cuello, afectada desde el accidente que sufrió en febrero pasado en una competencia de Superbikes. Para Antonio Dal Monte, profesor de aeronaútica, testear la reacción del cuello es muy importante, porque a bordo de un F-1 se sufren grandes aceleraciones laterales, con un peso calculado en alrededor de 35 kilos, cifras muy distintas a las de tres años atrás.
“He podido girar en un tiempo constante y estoy contento de como he pilotado. Ahora tenemos que ver cómo reacciona mi cuerpo y mis músculos en los próximos días”, apuntó el piloto alemán.
Por otra parte Willi Weber, manager del alemán, desmintió ayer que el ex-campeón haya acordado una remuneración de 3,2 millones de euros por carrera para reemplazar a Massa. "No hemos hablado de dinero y tampoco lo haremos en las próximas semanas, no es un tema importante en la situación actual", expresó Weber.
“Cuando estoy al volante sigo pasándomelo bien y nunca le diré que no a Ferrari, nunca”, vaticinó aquel día el ‘Kaiser’.
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