La Asociación de Escuderías de Fórmula 1 (FOTA), integrada por ocho equipos, abandonó el miércoles una reunión dedicada al reglamento 2010, a la cual la Federación Internacional del Automóvil (FIA) invitó también a los otros cinco que disputarán la próxima temporada.
"Las ocho escuderías que integran la FOTA fueron invitadas a participar en una reunión con la finalidad de discutir sus propuestas para la temporada 2010. Lamentablemente, esto no fue posible porque la FOTA abandonó la reunión", dice la FIA en un comunicado.
"Siguiendo la decisión del Consejo Mundial del Automóvil del pasado 24 de junio, en cuanto a retomar la versión del reglamento técnico y deportivo anterior al 29 de abril, la FIA se reunió esta jornada con las escuderías inscritas para el Campeonato 2010 para obtener su acuerdo sobre los cambios a realizar", añadió la FIA.
"Todos los cambios fueron aceptados con la condición de que el peso mínimo (de los monoplazas) sea mantenido en 620 kilogramos y que fuera firmado un acuerdo vinculando a todas las escuderías participantes en 2010, las que se comprometen a volver a un nivel de gastos similar al de comienzos de los años 90, como el representante de la FOTA lo prometió en París el 24 de junio", continuó la FIA.
La FOTA por su parte dio su versión de los hechos, afirmando que "no le quedó otra opción" que abandonar la reunión.
"Durante la reunión, los directores de los equipos fueron informados por la FIA que, contrariamente a los acuerdos alcanzados, las ocho escuderías que integran la FOTA no estaban aún inscritas en el Campeonato 2010 y por lo tanto no tenían ningún derecho de voto relativo a los reglamentos deportivo y técnico", afirmó la FOTA.
Los representantes de esta última propusieron postergar la reunión, lo que fue rechazado.
La FOTA y la FIA mantenían un largo conflicto sobre el reglamento para 2010, que instauraba inicialmente un techo presupuestario de 45 millones de euros (salarios de pilotos y gastos de marketing excluidos) para las escuderías que lo aceptaran, que serían recompensadas con ventajas técnicas, lo que había sido resuelto aparentemente en la reunión del 24 de junio, en la que se decidió volver al reglamento anterior al 29 de abril de 2009.
De acuerdo a esto, no habría un techo de gastos sino que se volvería al nivel de los años 90 en un plazo de dos años.
Según la FOTA, la actitud de la FIA pone en peligro el futuro de la Fórmula 1. La primera está integrada por Ferrari, Renault, Toyota, BMW Sauber, McLaren Mercedes, Brawn GP, Red Bull y Toro Rosso. Las otras cinco inscritas para 2010 son Williams y Force India, así como otras tres nuevas escuderías, Manor, Campos y USF1.
"Las ocho escuderías que integran la FOTA fueron invitadas a participar en una reunión con la finalidad de discutir sus propuestas para la temporada 2010. Lamentablemente, esto no fue posible porque la FOTA abandonó la reunión", dice la FIA en un comunicado.
"Siguiendo la decisión del Consejo Mundial del Automóvil del pasado 24 de junio, en cuanto a retomar la versión del reglamento técnico y deportivo anterior al 29 de abril, la FIA se reunió esta jornada con las escuderías inscritas para el Campeonato 2010 para obtener su acuerdo sobre los cambios a realizar", añadió la FIA.
"Todos los cambios fueron aceptados con la condición de que el peso mínimo (de los monoplazas) sea mantenido en 620 kilogramos y que fuera firmado un acuerdo vinculando a todas las escuderías participantes en 2010, las que se comprometen a volver a un nivel de gastos similar al de comienzos de los años 90, como el representante de la FOTA lo prometió en París el 24 de junio", continuó la FIA.
La FOTA por su parte dio su versión de los hechos, afirmando que "no le quedó otra opción" que abandonar la reunión.
"Durante la reunión, los directores de los equipos fueron informados por la FIA que, contrariamente a los acuerdos alcanzados, las ocho escuderías que integran la FOTA no estaban aún inscritas en el Campeonato 2010 y por lo tanto no tenían ningún derecho de voto relativo a los reglamentos deportivo y técnico", afirmó la FOTA.
Los representantes de esta última propusieron postergar la reunión, lo que fue rechazado.
La FOTA y la FIA mantenían un largo conflicto sobre el reglamento para 2010, que instauraba inicialmente un techo presupuestario de 45 millones de euros (salarios de pilotos y gastos de marketing excluidos) para las escuderías que lo aceptaran, que serían recompensadas con ventajas técnicas, lo que había sido resuelto aparentemente en la reunión del 24 de junio, en la que se decidió volver al reglamento anterior al 29 de abril de 2009.
De acuerdo a esto, no habría un techo de gastos sino que se volvería al nivel de los años 90 en un plazo de dos años.
Según la FOTA, la actitud de la FIA pone en peligro el futuro de la Fórmula 1. La primera está integrada por Ferrari, Renault, Toyota, BMW Sauber, McLaren Mercedes, Brawn GP, Red Bull y Toro Rosso. Las otras cinco inscritas para 2010 son Williams y Force India, así como otras tres nuevas escuderías, Manor, Campos y USF1.
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